18 DE SETIEMBRE EN NUESTRO PUEBLO NATAL

Recordamos levemente nuestras adolescentes Fiestas Patrias en aquel pueblito junto al Mar del Seno del Reloncaví , cuyas olas lamían la empalizada de acero alemán con su baranda de cemento y la Línea del Tren situada entre dos cercos de madera a pocos metros de este cóncavo borde barandado superior de la defensa costera de la ciudad , ante eventuales furias del mar , que no eran pocas , sobretodo, con el famoso Surazo .Las Ramadas primeras a las que acudímos para curiosear ,más que nada , estaban ubicadas en el Malecón , a la altura donde hoy se levantan el edificio del Museo Regional y el Terminal de Buses y el espacio donde se levanta actualmente la Torre armada en principio para servir de Arbol de Pascua . No eran muchas las Ramadas y sus características eran como en todo el País de un aspecto enramado , para darle un perfil de rincón natural y campesino , pero era necesario construir una armazón de madera con fuertes pilares y techos de zinc para prever , además de la lluvia, la aparición de habituales rachas de fuerte viento , tanto nortazo como surazo . Con una música bastante estridente el ambiente de cuecas y tonadas prevalecía. Pero no faltaban las Cunbias , compás colombiano , de bastante demanda y abundancia de bailarines., que con el paso de las horas era el ritmo preferido , quedando las cuecas medio olvidadas .

Nosotros jamás cubrimos alguna cintura femenina para bailar . Sólo éramos mirones que en patota pandillera acudíamos , muy "caballerosa y tímidamente " , a curiosear tranquilamente como un paseo obligado .

El espectáculo era novedoso para nosotros . Los modos de bailar de las parejas era muy desigual , destacando fácilmente los buenos bailarines . Los arrumacos , los tamboleos de borrachitos y borrachitas era el especial punto de atracción de la bailada pueblerina, con un llamativo paso arrastrado y apretadas de las parejas . Absorbíamos la escena con sonrisas y miradas entre nosotros .

El otro cuadro que atraía la juvenil atención era el espectáculo de los ebrios pasados de la raya que yacían de trecho en trecho en el suelo, durmiendo la "mona" ,insensibles a la persistente lluvia o al ventarrón irascible de los fenómenos climáticos .

Pero la atracción esperada y que nunca faltó en nuestras horas de concurrencia a laa Fondas o Ramadas como las llamábamos , era protagonizado por la " peleas " a combo límpio y en alguna circunstancia con "puñales " de toda layas:

gigantescos , tipo carniceros , grandes , pequeños , largos , cortos y muy filudos .

Era un encuentro " a muerte " , por tanto , los que observábamos las reyertas ,tomábamos prudente distancia , y a veces arrancábamos , cuando comprobábamos el uso de las peligrosas y brillosas dagas , que simplemente , eran sinónimo de muerte .

Bueno , éstas manifestaciones de "júbilo" a que eran acarreados los sencillos personajes del pueblo, tenía sus habituales ingredientes , los cuales hemos intentado recapitular. Debemos agregar sí , que tales " reuniones " tienen su renombre histórico y ya es imposible que se festejen la Fiestas Patrias sin estos tradicionales bailables a la " Intemperie " .

Como corolario a este muy diminuto recuerdo , en sus detalles, debemos hacer presente , que jamás nos tocó ingerir las bebidas , empanadas y otros menjunjes propios de las fiestas en esos lugares característicos con sus escenas también peculiares .

Es que en nuestras respectivos hogares teníamos todo tipo de avituallas para celebrar las Fiesta Patrias. Nuestro padre se " rajaba" con tres o cuatro "Javas "de Bebidas surtidas .Eran las " limonadas de papaya , frambuesa y otros gustos , de que no recuerdo su conformación . Como Contador de Turconi y Cía , el " Viejito Deifilio " que tenía metida esa idea de que cada Dieciocho debía haber un tipo de celebración casera , de calibre diferente a los días rutinarios , no le era difícil hacer el pedido para implementar los festejos diciocheros con empanadas y "vino tinto" a la chilena . También llegaban unas botellitas de Cinzano y Vino .El néctar de los " Dioses " los mezclabámos con las limonadas . ...y el Cinzano en copitas "chiquititas"lo probábamos como aperitivo y saboreábamos el sabor dulce -ajenjo ,con gran gusto apreciando su esquisitez .

Pero hay un especial Dieciocho que no olvidaremos fácilmente .

Resulta que en la "Casa" ´servía de empleda una niña sureña que durante mucho tiempo - unos 30 años - estaba en casa en labores domésticas . Tenía su edad . Cocinaba de maravilla . Era muy honesta y dedicada a sus menesteres .Le habíamos tomado cariño y ella a nosotros. Y nuestra abuela Rosita Smith , que hizo las veces de madre y nos crió , podía descansar algo de sus preucupaciones de cocina .

Como era costumbre en la tarde de un Dieciocho esta Empleada Doméstica , salió con permiso . Siempre usaba de estos paréntesis Domimgueros y en otros Días de Fiesta .

Pero esa noche , tarde ya , no regresaba . Lógico , hubo preucupaión de nuestros padres y de una tía que vivía con nosotros .

También nosotros , de corta edad ,sentíamos preucupación por esa tardanza de la Antonia , que era su nombre .

Pero al día siguiente se supo lo que le había ocurrido . Se la encontró en muy mal estado en una carro de carga del Ferrocarril que en algunas oportunidades dejaban en la Vía Férrea , frente a nuestra Calle Talca . Ocurrió que fue obligada a viva fuerza por dos individuos que la violaron subiéndola a ese carro de carga estacionado en el lugar que indicamos.

Hubo que hospitalizarla . Al cabo de una semana pudo regresar a casa . Fué un ingrato hecho que la marcó para siempre. Aunque nosotros no hicimos jamás mención del malvado atentado a que fué expuesta contra su voluntad.

Bien...., fué el recuerdo de un Dieciocho puertomontino para no olvidarlo jamás.

Ha sido todo por esta ocasión teñida del color de las Fiestas Patrias en nuestro País.

J E R J E S